Por Adriana Meyer
No fue muy bello
mientras duró, y finalmente se rompió. A partir de ayer, el bloque de
la Cámara de Diputados que había agrupado a los duhaldistas tras las
elecciones de octubre quedó dividido en dos bancadas, diferenciadas
básicamente por la distancia que toman del Gobierno a la hora de votar
sus iniciativas. Así se blanqueó una situación de tensión dentro del
Peronismo Federal, que era previsible tras la conformación de la
agrupación “El General” que protagonizaron ex duhaldistas, menemistas y
pattistas con la intención de consolidar un “peronismo no kirchnerista”.
El flamante bloque Justicialista Nacional sumó a los diputados puntanos
que responden a los Rodríguez Saá y a dos sanjuaninos y será presidido
por el economista y ex funcionario duhaldista Jorge Sarghini. Aunque sus
integrantes no quieren anticipar posicionamientos electorales, por lo
bajo descuentan que terminarán aliándose al macrismo, a falta de líder
propio.
“No quiero mirar al pasado”, fue una de
las escuetas respuestas de Sarghini mientras salía de la presidencia de
la Cámara y se dirigía al recinto, minutos antes de la sesión. También
se negó a anticipar si tendrán un perfil claramente opositor. De hecho,
los antecedentes inmediatos indican que ese sector votó en contra de
leyes vitales para la Rosada, como la reforma al Consejo de la
Magistratura y la prórroga de la Emergencia Económica. Sarghini sólo
admitió a Página/12 que ahora actuarán con “mayor libertad” para
“acompañar los proyectos que consideramos buenos y oponernos a los que
rechazamos”. Sin arriesgar demasiado, agregó que “no es una alianza con
el Gobierno ni con la oposición”.
La estratégica
asociación con los legisladores provinciales les permite alcanzar 20
miembros y les hará posible disputar el lugar de tercera fuerza, y por
ende la vicepresidencia tercera de la Cámara, con el macrismo y los
provinciales nucleados en el interbloque Propuesta Federal.
Bajo el mismo paraguas actuarán ex duhaldistas como Eduardo Camaño y
Juan José Alvarez,
adolfistas como Luis Lusquiños y María Torrontegui, empresarios como
Francisco De Narváez, el macrista Cristian Ritondo, la riquista María
del Carmen Rico, el pattista Juan Carlos Bonacorsi y los menemistas
Adrián Menem y Alejandra Oviedo. A ellos se sumaron los sanjuaninos
Guillermo Francisco Baigorri y Adriana Marino.
En
nombre de los que quedaron en la vereda de enfrente, el jefe de
Peronismo Federal, José María Díaz Bancalari, se mostró sorprendido por
la dirección que tomaron los escindidos. “Desde hace tiempo que buscaban
otra conducción, yo pensé que iban camino a La Rioja pero fueron a ver a
Adolfo Rodríguez Saá.” La convivencia en el duhaldismo residual se
había vuelto imposible y se manifestaba en duros cruces durante las
reuniones de bloque (que a veces se prolongaban en cenas) y al momento
de definirse en las comisiones, cuando terminaban votando divididos como
en el recinto. Junto con el nicoleño se quedaron Graciela Camaño,
Alfredo Atanasof, Mirta Pérez, Carlos Ruckauf, Hugo Toledo y Jorge
Villaverde, entre otros. Díaz Bancalari afirmó que ahora serán 19,
aunque dejó abierto un improbable libro de pases.