Uno de los que vivió la barbarie de cerca en las inmediaciones del
estadio de River al enfrentarse parte de sus barras, fue el legislador
Juan José Alvarez, que ayer estuvo presente en la charla que brindó Mario Gallina en el anexo de la Cámara de Diputados.
El
día de los incidentes, Alvarez concurrió al predio con una de sus
hijas, mientras que sus tres hijos varones ya estaban en el lugar.
Habían llegado dos horas antes del partido de River con Lanús, el
domingo último.
"Yo tengo cinco hijos y sólo mi
hija mayor, que ese día estaba ocupada con un tema de la facultad, no
vino al club." El diputado se sintió desprotegido como todos los hinchas
riverplatenses cuando se enteró que allí mismo se terminaba de disputar
una batalla campal ajena a todo entendimiento racional. En tales
circunstancias dijo sentir "indignación conmigo mismo".
"Por
allí se dijo que yo había denunciado que hay integrantes de algunas
barras que son policías en actividad, pero no es así", advirtió Alvarez
ayer, en una charla telefónica con LA NACION. "Lo que dije es que conocí
a policías que integraban grupos violentos, que supe de oficiales que
estaban en las hinchadas y que, por ese motivo, creo que resulta ilógico
e insólito que haya policías custodiando a otros que podrían formar
parte de la misma fuerza", sentenció.
Alvarez
lleva adelante la idea de que debe crearse un cuerpo especial que se
ocupe de la seguridad deportiva. En otras palabras, boga por policías
preparados para entrar en acción cuando se producen este tipo de
inconvenientes. "Me molesta particularmente cuando los dirigentes dicen
no conocer a los barrabravas, no saber quienes son. ¿Cómo es posible?
¿Quién no los conoce?" enfatizó el funcionario. De todos modos, fue más
allá al trazar un paralelo con lo ocurrido en otras partes del país
durante los últimos tiempos. "Los incidentes cobraron trascendencia
especial porque se trató de River, y lo que genera River siempre es
noticia, pero esto ocurre en todo momento en todos lados. El problema de
la violencia en el fútbol creo que es demasiado más grave de lo que la
mayoría de la gente piensa. Si lo que ocurrió en Mendoza hubiese pasado
en River o en Boca, hoy estaríamos hablando de algo más profundo todavía
por el hecho de la trascendencia que tienen estos clubes", dijo el
legislador, socio de River de toda la vida .
Convencido
de que se necesitan soluciones urgentes, Alvarez fue terminante y
concreto: "Mi criterio es que la violencia no tiene camiseta. Este fin
de semana se puso la de River, pero todos sabemos que lleva la de todos
los clubes del fútbol argentino".