Por Ángel Coraggio
Buenos
Aires.- Finalmente, el ex duhaldismo que, a su modo, "no baja sus
banderas", oficializó la ruptura de hecho con el Peronismo Federal, para
conformarse como un bloque propio, denominado Justicialista Nacional.
La nueva agrupación de diputados es una mezcla de posduhaldistas,
adolfistas, menemistas y otras lealtades aisladas. Será conducida por el
ex secretario de Hacienda Jorge Sarghini, quien será secundado por el
puntano Luis Lusquiños, un hombre del riñón de Adolfo Rodríguez Saá.
Las
cuentas de los rupturistas –comunicada a Alberto Balestrini, el
presidente de la Cámara– les da 18 bancas. Pese a la decisión de
abrirse, insistían anoche en considerarse insertos en el PJ, como
elemento diferenciador de los federales de José María Díaz Bancalari, a
los que acusan de kirchnerizarse.
La decisión de
partir lanzas había sido adelantada por El Cronista a principios de
marzo. Se trata del corolario de una estrategia iniciada en enero por
Sarghini y sus colegas Eduardo Camaño, Francisco De Narváez y
Juan José Álvarez.
Ese cuarteto inicial volvió a reunirse en el restaurante El General el
mes pasado, en un ampliado que incluía, por ejemplo, a Adrián Menem y
Alejandra Oviedo. A esta estructura se le agregaron los puntanos, aunque
dos de ellos no aportan. Son Alicia Lemme y Hugo Franco, con licencia
por ocupar cargos públicos en San Luis.
Los
números preliminares le dan al ex duhaldismo pro-Kirchner 19 asientos,
mientras que son 18 sus pares hoy opositores –merced a la sumatoria de
los seguidores de Carlos Menem y Rodriguez Saá–.
De
ser así, esta división puede favorecer al centroderecha de Propuesta
Federal, en principio 20 diputados, en condiciones de reclamar para el
espacio la vacante vicepresidencia tercera de la Cámara.
De
todos modos, el pan-macrismo deberá esperar a que no haya más
renuncias, amén de las ya conocidas –Eduardo Lorenzo, Paola Spatola–. Se
sabe que diputados de origen provincial, como los salteños Andrés
Zottos e Ismael Sosa, se pronunciaron ya con amplia autonomía, pese a
órdenes expresas del coordinador Federico Pinedo.
Ese
triple empate hace más compleja la lucha por el cargo, apetecido por su
importancia presupuestaria. Con algo de creatividad oficialista es,
empero, un lugar técnicamente accesible para Díaz Bancalari, el jefe de
Peronismo Federal.
Pero la jugada de los
nacionales "excede la chiquita", según juraron a este diario altísimos
operadores del flamante grupo. Apuntan a congregar masa crítica con
vistas a acrecentar presencia en las elecciones de 2007. Y exigir tratos
mano a mano con Mauricio Macri y Jorge Sobisch. Se verá.