A CIELO ABIERTO - CLARA MARIÑO – FM LATINA
Miércoles 11 de abril de 2007 – 08:05
Clara Mariño: Estamos comunicados con el diputado
nacional
Juanjo Alvarez. Estoy informada de la noticia de un libro
que se está por publicar y cuyo título a mí ya me atrapó y le dije a la
gente de mi producción que me gustaría hablar con él. Se llama
Crisis de Gobernabilidad y Control en la Argentina. Yo
creo que es un tema clave, porque prácticamente desde el 83 en
adelante, con distintas características y por distintos motivos, la
Argentina, a pesar de tener afortunadamente continuidad democrática, ha
sufrido vaivenes institucionales realmente muy graves. Diputado Alvarez,
buen día, cómo está usted.
CM: Bien, ¿Cómo anda?
JJA: Bien, gracias a Dios, bien.
CM: Cuénteme, primero, por qué se decidió a escribir este libro, y por qué eligió este tema.
JJA: Este libro fue una decisión
que tomé hace muchos años. Me llevó bastante tiempo desarrollarlo,
primero porque es un tema complejo, es un tema arduo. Y, después, porque
mi azarosa vida política me obligó a hacer algún impasse en esto. Estoy
hablando de fines de 2001, cuando estuve al frente de la seguridad en
la Provincia de buenos Aires; en 2002, en Justicia en la Nación; en 2003
de nuevo en la provincia; y en 2005 post Cromañón, cuando fui llamado
justamente por esa cuestión, así que en realidad tuve que hacer muchos
paréntesis. Pero es una decisión que tomé hace tiempo. Y mi experiencia
de gobierno de tantos años me hizo ver que había un diseño institucional
que no respondía adecuadamente a las necesidades de lo que, según mi
modesta opinión, es el diseño de un país moderno, de un país
sustentable.
CM: Usted dice en una parte del libro que el proceso político desde el 83 en adelante -y podríamos ir mucho más atrás, pero bueno, no nos vamos a perder en el tiempo-, se hizo a expensas de las instituciones.
Y uno lo que ve hoy, desde hace bastante tiempo, que el problema
institucional en la Argentina es también, a mi juicio–yo no sé si usted
lo comparte-, causa de la crisis también económica y de falta de
proyecto de país.
JJA: Sin duda. Yo le diría que,
más que a expensas, se hizo en contra de la normalidad institucional, de
la calidad institucional. Lo que planteo en el libro en términos
sencillos es que la Argentina del atajo, la Argentina de la excepción
permanente, la Argentina del “córranse, déjenme que lo hago yo solo”, no
es una Argentina buena, no es la Argentina que queremos y necesitamos.
Yo planteo que en la Argentina –y no soy el único que lo hace, por otra
parte- el concepto de excepción, de situación excepcional se ha
convertido en la normalidad, con lo cual los instrumentos de excepción
se han vuelto instrumentos normales, y esto constituye una perversión
del sistema institucional.
CM: Ahora, Alvarez, usted es
diputado. Esto se hace con la complacencia, no de toda, pero sí de una
amplia parte de la clase política argentina.
JJA: Si. Es que hay una pauta de
funcionamiento que ya se ha hecho cultural, y es que una vez que
salgamos de esta excepción -y se califica como excepción cualquier
situación medianamente crítica o difícil, como tenemos todos en la
vida-. Las instituciones, al igual que el cuerpo humano, tienen momentos
de enfermedad, ahora, la calidad del medicamento, la receta para esa
enfermedad no puede ser siempre drástica y dramática. Yo creo que la
argentina ha aplicado –y hablo del período institucional democrático,
desde el 83, porque es el período donde se abre, y se abrió, todo un
nuevo horizonte, que obviamente no era el que existía hacia atrás, donde
había una alternancia entre gobiernos cívicos, digamos, casi títeres de
los gobiernos militares, golpes militares, reposición de gobiernos
débiles. En el 83 se abre un período distinto. Y en ese período
distinto, según mi criterio, lo que estamos dejando de hacer o no
hacemos con la energía suficiente, es darle realmente al país una
normalidad permanente. Y este libro está escrito, y por el tiempo cuando
comencé a escribirlo, sin pensar necesariamente en el presidente Juan,
en el presidente Pedro, o en el presidente que sea. Este es un problema
institucional que tenemos los argentinos y que lamentablemente no está
en la agenda y no lo estamos corrigiendo.
P: Seguramente. Por allí cuando
se habla de seguridad jurídica, lo que no se entiende mucho es el
concepto de estado de derecho, el tema de que poder conseguir cualquier
ley es asegurarse, por ejemplo, seguridad jurídica a quienes vienen a
invertir, cuando la autolimitación es mucho más importante, ¿no?, para
demostrar que la voluntad está por debajo de la ley.
JJA: Pero además, ese el
sistema, eso es lo que queremos vivir. Esto es como el tránsito
ordenado. A mí no me gusta cuando estoy apurado que me toque la luz roja
en el semáforo. Ahora, cuando me toca la luz roja en el semáforo, las
reglas de juego me indican que yo tengo que frenar, porque tiene derecho
el que tiene la luz verde, porque está tan apurado como yo y tiene
tanta necesidad de circular como yo. Cuando uno dice “esto es una
emergencia”, tipo ambulancia, y cruza por el costado con la luz roja, si
todos somos la ambulancia, y todos los días somos la ambulancia, el
sistema se pervierte y ya la luz roja, la amarilla o la verde no
significan nada.
CM: Y además del tema
institucional, diputado Alvarez, es tan importante, por más que a la
gente le parece que es un tema abstracto, porque, por ejemplo, como en
la crisis de Neuquén, el país en general no ha podido resolver –usted
que es un hombre que sabe muchísimo de los temas de seguridad y
policiales- que tenemos una policía que por momentos es absolutamente
pasiva y no interviene y la otra opción es una policía que mata. Yo
digo, en el medio hay que reconstruir otras cosas…
JJA: Exactamente. Lo que no
estoy tan de acuerdo con usted es que este sea un tema que le importe a
todo el mundo. Yo creo que en realidad, estos temas de discusión de
diseño institucional, discusión sobre mejora de calidad institucional,
no han salido prácticamente de algunos cenáculos de intelectuales y
universitarios, o de alguna gente de la política y el periodismo
medianamente preocupada y ocupada por eso.
CM: Yo me corrijo. Quise decir, debería interesar a todo el mundo.
JJA. Claro, pero parte del problema es que este tema no interesa a todo el mundo.
CM: Es cierto, es cierto.
JJA: Mire, yo me acuerdo el día
que debatimos la modificación del Consejo de la Magistratura, en el
medio de una acalorada discusión sobre este tema, un diputado de la
Nación dice “en definitiva estamos discutiendo algo que no le interesa
ni siquiera al tres por ciento de la población. Y la verdad es que,
estrictamente hablando, tiene razón. Ahora, lo que no tiene razón, o en
todo caso, no es ese el argumento para no discutir un tema de semejante
gravedad que tuvo y tiene cuestiones tan sensibles como por ejemplo, el
Consejo de la Magistratura, las cuestiones judiciales, o las cuestiones
políticas institucionales en general. Pero la verdad que el argumento,
si bien era casi de mala fe, estrictamente hablando es cierto, porque le
interesaba al tres por ciento de la población.
CM: Alvarez, cómo ve usted hoy
el tema –porque en el fondo son temas institucionales- estas discusiones
alrededor del tema de la inseguridad, que no le encontramos la vuelta,
que hay una sensación de la gente y otra sensación de los funcionarios,
los temas que se han producido alrededor del fútbol. Es todo un país que
está conmocionado, justamente por no respetar las leyes o por no
encontrar instituciones que funcionen aceitadamente.
JJA: Es cierto. Cuando usted ve,
por ejemplo, el tema de la violencia en el deporte, concretamente, el
caso de la violencia en el fútbol, ahí lo que se ve claramente no es un
gran vacío legislativo, que falten leyes, que sea una cuestión de más
legislación –aunque puntualmente puede mejorarse siempre alguna, esto
no lo discuto- pero usted lo que ve en general es una gran anomia, es
decir, una gran falta de compromiso en el cumplimiento de la ley, que no
es un fenómeno de hoy, pero que por acumulación se ha hecho un fenómeno
muy grave. A mí me preocupa que no podamos estar discutiendo estas
cosas. Probablemente en un tiempo electoral como el que se viene, va a
ser más difícil, porque se discute de otras cosas, son más las imágenes
que se plantean que los proyectos de fondo. Pero podría haber sido una
buena oportunidad.
CM: Podría ser. Y yo digo, después de las elecciones, gane quien gane, vamos a tener otra oportunidad.
JJA: siempre tenemos la oportunidad.
CM: Pero mientras existan
diputados que digan “para qué discutimos esto”, si le interesa al 3 por
ciento de la gente, ahí tenemos un problema
JJA: Sí, porque además, le
interesa al 3 por ciento de la gente porque no queremos poner esto en
debate. Yo creo que si realmente se pusiera en debate, de buena fe,
defendiendo fuertemente cada uno sus posiciones, pero haciéndolo de cara
a la gente, yo creo que ese tres por ciento va a ser rápidamente mucho
más. Y quiero dejar planteado algo, para que no nos confundamos: este es
un problema de arrastre. La gran culpa que tenemos en el presente es no
abordarlo. Pero indudablemente este es un problema que ya se está
haciendo crónico en la Argentina y esto no es bueno. Y, como usted dice,
tiene inclusive consecuencias en materia económica, en materia de
inversiones, en materia de seguridad, etc., etc.
CM: Diputado Juan José Alvarez, gracias por atendernos.
JJA: Gracias a Usted.